Tesorería

La tesorería es uno de los pilares de la salud financiera de cualquier empresa, especialmente para pymes, startups y negocios que operan con márgenes ajustados. Más allá del beneficio contable, lo que realmente determina si una empresa puede sobrevivir y crecer es su capacidad para gestionar el efectivo disponible. Para ello, existen indicadores clave de tesorería que permiten analizar y anticipar la evolución de la liquidez, detectar cuellos de botella y tomar decisiones más informadas sobre cobros, pagos y financiación.
Los indicadores de tesorería son métricas que permiten analizar la capacidad de una empresa para gestionar sus cobros, pagos y flujos de caja. Son claves para mantener la liquidez, anticiparse a posibles tensiones financieras y optimizar el desempeño financiero a corto plazo.
Sirven para saber si una empresa puede hacer frente a sus obligaciones de pago, si está cobrando con eficiencia y si está utilizando bien sus recursos disponibles.
Los indicadores de rendimiento son especialmente útiles en entornos de incertidumbre, cuando los márgenes de maniobra son reducidos o cuando se necesita justificar decisiones financieras ante socios, bancos o inversores.
También conocido como test ácido o ratio de liquidez inmediata. Mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus obligaciones o pagar sus deudas más inmediatas con los activos más líquidos (efectivo y saldos bancarios). Se calcula como:
Fórmula Ratio de tesorería = (Caja + Bancos) / Pasivo corriente
⚠️Un valor inferior a 1 indica posibles dificultades para cubrir pagos inmediatos (insuficiencia de liquidez).
Es la diferencia entre los cobros y los pagos en un periodo. Refleja si la empresa está generando efectivo o si necesita recurrir a financiación externa para sostener su operativa. Es el corazón de la tesorería operativa.
⚠️Importante: un beneficio contable positivo no garantiza flujo de caja positivo. Por eso este indicador es clave.
Indica cuántos días tarda la empresa, de media, en cobrar a sus clientes desde que emite sus facturas.
Fórmula PMC: (Clientes / Ventas anuales) × 365
⚠️Cuanto más corto, mejor para la liquidez.
Refleja el plazo medio en que una empresa tarda en pagar las deudas a sus proveedores. Una buena gestión busca equilibrar PMC y PMP.
Fórmula: (Proveedores / Compras anuales) × 365
⚠️Se busca un equilibrio: alargar el PMP sin comprometer las relaciones comerciales ni incurrir en penalizaciones.
Evalúa el rendimiento que se obtiene del efectivo disponible, por ejemplo, en cuentas remuneradas, fondos de liquidez o inversiones a corto plazo. Es un aspecto cada vez más relevante en entornos de tipos de interés positivos.
Este indicador calcula cuánto está costando financiar la tesorería, ya sea mediante pólizas de crédito, factoring, confirming o préstamos.
Fórmula aproximada: Intereses pagados / Financiación media × 100
⚠️Un coste elevado puede comprometer la rentabilidad global del negocio.
Evalúa si los pagos se realizan de forma puntual y sin incurrir en costes extra o penalizaciones. Se puede medir con relación al número de errores o retrasos. Un sistema de pagos eficiente reduce errores, mejora la relación con proveedores y puede facilitar descuentos por pronto pago.
▶️También puede medirse con ratios como: % de pagos en fecha / pagos totales.
Este ratio mide la proporción de deuda respecto a los fondos propios. Aunque se usa más en análisis globales, es relevante para tesorería cuando la deuda tiene vencimientos a corto plazo.
Fórmula ratio de endeudamiento financiero: Deuda financiera total / Patrimonio neto
⚠️Un nivel elevado de apalancamiento puede aumentar el riesgo de tensiones de caja
Permite estimar cuántos días podría operar la empresa con el efectivo actual sin generar ingresos adicionales. Es especialmente útil en sectores con alta estacionalidad, cuando se esperan retrasos en los cobros o cuando hay altos gastos empresariales.
Días de cobertura = Efectivo disponible / (Gasto medio diario)
Mide la eficiencia con la que los beneficios contables se convierten en efectivo real. Es fundamental para detectar si las ganancias se traducen en liquidez. Un ratio bajo puede indicar problemas para transformar ingresos en caja real.
Fórmula: Flujo de caja operativo / Beneficio neto
Un ratio inferior a 1 de forma recurrente puede ser señal de alerta.
El seguimiento periódico de estos indicadores te permite:
Para una gestión eficaz, lo ideal es integrar estos ratios en un dashboard financiero dentro del ERP o con herramientas BI, revisarlos al menos mensualmente y establecer alertas ante desviaciones relevantes.
Controlar los indicadores de tesorería es esencial para garantizar la estabilidad financiera y la capacidad de maniobra de cualquier negocio. Aunque tener dinero en caja es positivo, lo verdaderamente relevante es entender cómo se mueve ese dinero, cuánto cuesta, cuánto rinde y cuánto dura. Gestionar la tesorería con indicadores claros no solo evita sustos: también permite tomar mejores decisiones, negociar con más fuerza y anticiparse a cualquier escenario.
Una gestión proactiva de la tesorería pasa por monitorizar los indicadores clave y tomar decisiones basadas en datos reales. No basta con mirar el saldo en cuenta: conocer el flujo de caja, los plazos medios y el coste de financiación marca la diferencia entre una empresa solvente y una que arrastra tensiones de liquidez.