Préstamo participativo: qué es, cómo funciona y cuándo conviene usarlo en tu empresa

El préstamo participativo es una fórmula de financiación híbrida que combina deuda y capital. Se suele utilizar en fases de crecimiento, especialmente en startups y pymes innovadoras. Su contabilidad tiene particularidades clave y su tratamiento fiscal puede ser ventajoso si se estructura correctamente.
aportacion de dinero para un prestamo participativo

El préstamo participativo es una herramienta financiera diseñada para reforzar la estructura de capital de una empresa sin diluir la propiedad ni asumir los compromisos rígidos de un préstamo tradicional. Es una opción especialmente útil para negocios en fase de expansión, donde se busca financiación flexible con visión a largo plazo.

Qué es un préstamo participativo y cómo funciona

Un préstamo participativo es un tipo de financiación en la que el prestamista (normalmente una entidad pública o un inversor privado) recibe una remuneración vinculada al desempeño económico de la empresa, además de un tipo de interés fijo. Legalmente, se sitúa entre el capital propio y la deuda tradicional, por lo que se considera una fuente de financiación híbrida.

➡️En la práctica, el interés variable suele depender de variables como el beneficio neto, el EBITDA o la cifra de negocio.

🗨️El EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization), o beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, es un indicador clave para medir la rentabilidad operativa de una empresa. Refleja el resultado bruto de explotación antes de aplicar costes financieros o contables no recurrentes, como las amortizaciones.

En el contexto del préstamo participativo, el EBITDA se utiliza con frecuencia como base para calcular el tramo variable del interés, ya que representa mejor el desempeño operativo real sin distorsiones por estructura de capital o inversiones anteriores.

Características clave del préstamo participativo

  • Intereses mixtos: combina un tipo fijo con uno variable ligado a los resultados.
  • Subordinación: se sitúa por detrás del resto de deudas en caso de liquidación.
  • Vencimiento flexible: suelen tener plazos amplios y periodos de carencia.
  • No computa como deuda bancaria: lo que mejora la posición financiera frente a otros acreedores.
  • No implica cesión de acciones: mantiene el control en manos del empresario.

Por estas razones, los préstamos participativos se utilizan en procesos de crecimiento, fusiones, reestructuración de deuda o como alternativa a la financiación bancaria tradicional.

Ventajas fiscales y contables del préstamo participativo

Desde el punto de vista fiscal y contable, los préstamos participativos tienen un tratamiento específico que conviene conocer:

🧾 En contabilidad:

  • Puede considerarse patrimonio neto: si el préstamo cumple con condiciones como la subordinación, la no exigibilidad anticipada y la duración mínima de 5 años, puede contabilizarse como fondos propios (NIC 32 y marco conceptual del PGC). Esto mejora el ratio de solvencia sin aumentar el pasivo exigible.
  • Reduce el endeudamiento aparente: al figurar como patrimonio neto o pasivo subordinado, no penaliza en ratios como el apalancamiento financiero, lo que puede facilitar el acceso a nueva financiación.
  • Flexibilidad en la contabilización de intereses: los intereses variables no se activan hasta que se determina el resultado, y, por tanto, no computan como gastos financieros si no se devengan, lo que mejora el resultado operativo del ejercicio.
  • Cuenta contable recomendada: normalmente se utiliza la cuenta 174 – Deudas a largo plazo con entidades de crédito, pero muchas empresas crean subcuentas específicas como “174.X – Préstamo participativo ENISA” o “174.Y – Préstamo participativo CDTI” para mayor trazabilidad.

En la práctica, muchas empresas lo contabilizan como pasivo no corriente en la cuenta contable del préstamo participativo, dentro del grupo 17 (deudas a largo plazo), hasta que se determine su calificación final.

💼 En fiscalidad:

  • Intereses deducibles: tanto los intereses fijos como los variables pueden ser deducibles en el Impuesto sobre Sociedades, siempre que se haya pactado su cálculo en el contrato y se devenguen efectivamente.
  • No tributa como capital social: a diferencia de una ampliación de capital, el préstamo participativo no está sujeto a operaciones societarias (0,5 %) ni genera impacto sobre la titularidad de la empresa.
  • Ventajas en concursos de acreedores: al ser deuda subordinada, mejora la protección del resto de acreedores ordinarios, pero al mismo tiempo permite reforzar el balance para evitar entrar en causa de disolución por pérdidas.
  • Permite beneficiarse de programas públicos sin diluir la propiedad: entidades como ENISA o CDTI ofrecen condiciones favorables sin exigir participación en el capital, lo cual es especialmente atractivo para startups o pymes que aún no quieren incorporar socios inversores.

Según el ICAC, en caso de duda sobre su clasificación, debe prevalecer la sustancia económica sobre la forma jurídica, y valorarse su efecto en la imagen fiel del balance.

✅Consulta con tu asesor contable si estás en una ronda de inversión o has solicitado financiación pública (como ENISA o CDTI), ya que la clasificación afecta a los ratios de solvencia y a la imagen financiera de la empresa y asegúrate de conocer los tipos de impuestos que pagan las empresas.

Cuándo conviene recurrir a un préstamo participativo

Este tipo de financiación es especialmente adecuado en los siguientes casos:

  • Startups o scaleups en fase de crecimiento que no desean ceder capital.
  • Empresas que necesitan reforzar su solvencia ante inversores o entidades bancarias.
  • Reestructuración de deuda sin recurrir a ampliaciones de capital.
  • Proyectos con alto potencial, pero sin activos que sirvan de garantía real.

En lugar de acudir solo a bancos, muchas empresas combinan este producto con otras fórmulas como el factoring, el leasing financiero o la financiación alternativa para crear una estructura de capital más eficiente.

¿Dónde se solicitan los préstamos participativos?

En España, los principales canales son:

  • ENISA (Empresa Nacional de Innovación): con líneas específicas para jóvenes emprendedores, crecimiento o digitalización.
  • CDTI: para proyectos tecnológicos e I+D+i.
  • Fondos privados y family offices que financian pymes innovadoras.

Las condiciones varían según el programa, pero suelen incluir carencia inicial de amortización, plazos entre 5 y 10 años y vinculación parcial al rendimiento económico.

Preguntas frecuentes sobre el préstamo participativo

¿Qué es un préstamo participativo y en qué se diferencia de uno bancario?
Es un tipo de financiación que se reembolsa con intereses fijos y variables, y no exige garantías personales. Además, puede computar como fondos propios en el balance.

¿Cómo se contabiliza un préstamo participativo en contabilidad?
Generalmente, se registra como pasivo no corriente (grupo 17), aunque en ciertos casos puede clasificarse como patrimonio neto si cumple con la normativa mercantil y fiscal.

¿Cuál es la cuenta contable de un préstamo participativo?
Se utiliza habitualmente la cuenta 174 “Deudas a largo plazo con entidades de crédito” o una subcuenta específica para reflejar los intereses variables y condiciones especiales.

¿Qué ventajas fiscales tiene este tipo de préstamo?
Puede mejorar la estructura financiera sin incrementar la deuda exigible. Además, los intereses pueden ser deducibles, y la no exigencia de garantías evita comprometer otros activos.

¿Cuándo conviene solicitar un préstamo participativo?
En fases de expansión, procesos de reestructuración financiera o cuando se quiere atraer inversión sin ceder control accionario.

El préstamo participativo como vía estratégica de financiación empresarial

Los préstamos participativos son una solución intermedia entre la deuda tradicional y la entrada de capital. Permiten reforzar la estructura financiera sin perder el control de la empresa ni comprometer activos. Además, su tratamiento contable y fiscal —siempre que se gestione adecuadamente— puede mejorar el balance, los ratios de solvencia y la imagen frente a terceros. Entender qué es un préstamo participativo, cómo se contabiliza y cuándo conviene utilizarlo puede marcar la diferencia entre depender de financiación bancaria estándar o diversificar las fuentes de capital con inteligencia y visión a largo plazo.

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