Gestión de empresas


Hacienda confirma que los autónomos y pymes que no actualicen su software de facturación al sistema Verifactu antes de 2026 podrían enfrentarse a multas de Hacienda de hasta 50.000 € al año.
La Agencia Tributaria ha puesto fecha al cambio: a partir de enero de 2026, todas las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades deberán adaptar sus sistemas de facturación al nuevo modelo Verifactu.
Seis meses después, el 1 de julio de 2026, la norma también será obligatoria para autónomos y profesionales.
El objetivo es claro: reforzar el control fiscal y asegurar que cada transacción registrada en los libros contables sea íntegra, trazable y verificable, evitando cualquier posibilidad de manipulación.
El sistema Verifactu será obligatorio desde el 1 de enero de 2026 para las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades, mientras que los autónomos y profesionales dispondrán de un plazo adicional hasta el 1 de julio de 2026 para adaptarse.
Esta herramienta digital supondrá un cambio estructural en la forma en que se registran las facturas, ya que todos los programas de facturación deberán garantizar la integridad, trazabilidad y conservación de los datos, comunicándolos automáticamente a la Agencia Tributaria.
El nuevo reglamento establece un régimen sancionador más estricto. Las empresas o profesionales que no adapten sus sistemas o sigan utilizando programas que permitan alterar los registros podrán enfrentarse a multas de hasta 50.000 euros por ejercicio.
Además, se contemplan sanciones adicionales de hasta 1.000 euros por factura si se detectan irregularidades individuales. La Agencia Tributaria ha dejado claro que no bastará con conservar los documentos: será obligatorio transmitirlos mediante software certificado que cumpla los requisitos de Verifactu.
El cambio afecta de forma directa a más de 3 millones de pymes y autónomos en España. Hasta ahora, muchos negocios emitían sus facturas con programas internos o plantillas sin conexión directa con Hacienda, pero a partir de 2026, todos deberán contar con un sistema que cumpla los estándares técnicos del nuevo reglamento.
Este paso supone un cambio cultural dentro del ecosistema empresarial español. Además de reducir el fraude fiscal, permitirá que las empresas mejoren la eficiencia de su contabilidad, automaticen reportes y eliminen errores manuales. También se espera una mayor trazabilidad en los procesos de auditoría y una reducción de la carga administrativa.
La Agencia Tributaria ha recomendado a los contribuyentes verificar con sus proveedores de software que los sistemas actuales podrán generar los registros de Verifactu antes de 2026.
En caso contrario, será necesario actualizar el programa de facturación o implementar uno nuevo que cumpla los siguientes requisitos técnicos:
Los expertos aconsejan no esperar a última hora, ya que la adaptación puede requerir pruebas, migración de datos y formación del personal administrativo.
Verifactu forma parte del plan de transformación digital de la Administración Tributaria Española, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea. El objetivo es construir un modelo fiscal más transparente, automatizado y menos dependiente del papel, que permita detectar irregularidades en tiempo real y fomentar la confianza entre empresas y Hacienda.
Fuentes del sector subrayan que la medida no solo busca aumentar la recaudación, sino modernizar la relación entre la administración y los contribuyentes, simplificando los procesos y reduciendo la carga de trabajo en las declaraciones.
El nuevo sistema obligará a un salto tecnológico, pero también aportará seguridad jurídica y control interno a las empresas” señalan expertos en fiscalidad digital.
El nuevo modelo de facturación Verifactu marcará un antes y un después en la contabilidad empresarial en España. No adaptarse a tiempo puede derivar en sanciones considerables, pero hacerlo permitirá mejorar la eficiencia, reducir riesgos y asegurar el cumplimiento normativo.
Durante los próximos meses, se espera que la Agencia Tributaria publique nuevas guías técnicas y manuales de implementación para facilitar la transición. Las empresas que se anticipen podrán comenzar 2026 con una contabilidad completamente automatizada y segura.